Zumo fruta y verdura

Vamos a comenzar el verano con un buen partido de dobles: servimos con un potente y rico zumo verde y recibimos con unas tortitas de carambola hechas con la pulpa restante. ¡Aquí no se tira nada!

Las recetas

Ingredientes

Para 200 cl. de zumo:

  • Una manzana grandecita
  • Una zanahoria mediana
  • Una rama de apio
  • Un racimo de brócoli
  • Una hoja de col
  • Dos racimillos de perejil fresco
  • Unas hojas de albahaca fresca

Para unas cuatro o cinco tortitas:

  • La pulpa restante de las verduras utilizadas para el zumo
  • Dos cucharadas de harina de lentejas coral (o de quinoa, o de sarraceno)
  • Una cucharada de harina de castaña (o de arroz integral)
  • Una cucharada de psyllium
  • Media cucharadilla de sal
  • Especias al gusto (pimienta, jengibre, cardamomo…)
  • Un poco de agua fresca
  • Aceite para rehogar

Elaboración

Para los zumos verdes, yo uso una licuadora de prensado en frío y extracción lenta. Es la que más me gusta por muchas razones. En primer lugar, en comparación con las centrifugadoras, la licuadora de prensado en frío no calienta la fruta o la verdura, por lo que el zumo preserva todas las propiedades nutritivas (vitaminas, enzimas, etc.). Por otro lado, en comparación con las batidoras o robots conocidos como «blenders», obtenemos un verdadero zumo, en lugar de un puré que después hay que filtrar.

Se trata, no obstante, de un zumo relativamente espeso (en comparación con las centrifugadoras), y la otra ventaja es que el residuo sólido que dejan es perfectamente utilizable para otras recetas, como vamos a hacer aquí.

Sin embargo, también podemos hacer estas recetas con una batidora o un robot potentes, añadiendo un poco de agua si es necesario, y después filtrar el batido resultante utilizando una tela muy fina de algodón o gasa.

Procedemos troceando todos los ingredientes con el tamaño más adaptado al robot o licuadora que vayamos a utilizar. Con la de extracción lenta lo ideal es ir mezclando los ingredientes más duros con los más blandos. Por ejemplo, yo comencé con la manzana y la zanahoria (no es necesario pelarlas), y seguí con los ingredientes verdes después.

Propiedades

Los ingredientes de este zumo hacen de él un auténtico cóctel de vitaminas, minerales y enzimas, ideal para descongestionar el organismo (gracias a la manzana, el apio y el perejil), al tiempo que protege y regenera la flora intestinal (gracias a la col y a la zanahoria). Así, resulta estupendo para una cura de limpieza interna, para un día o temporada de ayuno, o también puntualmente contra una resaca o una cefalea. O simplemente como bebida refrescante para abrir el apetito al comenzar el día o en el aperitivo (por la tarde, mejor no, pues contiene bastante vitamina C, que puede dificultar el sueño).

La función antihistamínica nos viene de la quercetina que aporta la manzana (sobre todo, la piel), sumado a la acción antiinflamatoria y depurativa del apio y a la vitamina C del perejil. Por consiguiente, también es recomendable en época de alergias.

El brócoli, por su parte, es un gran protector del sistema inmunitario, lo cual refuerza la acción reconstituyente de la col. La buena cantidad de clorofila que aportan todos los ingredientes verdes le da también una potente acción antioxidante.

En cuanto a color, es cierto que no es de los zumos más despampanantes, por la mezcla del naranja de la zanahoria con el verde del apio, el brócoli y demás. Sin embargo, de sabor es delicioso gracias al dulzor de la manzana y la zanahoria y a los toques de la albahaca.

Las tortitas

Para elaborar las tortitas, habremos reservado previamente la pulpa restante del zumo, que conservaremos en el frigorífico si no las hacemos inmediatamente después. De todos modos, conviene consumirla el mismo día para que no se oxide.

Mezclamos en un bol las harinas con el psyllium, la sal y las especias y las removemos con un poco de agua hasta alcanzar la consistencia de un puré un poco líquido (no demasiado). Añadimos la pulpa del zumo, mezclamos bien y amasamos las tortitas procurando que no queden demasiado gruesas, sino más bien como «blinis». Después las rehogamos en un poquito de aceite de oliva, dos o tres minutos por cada lado, y ya están listas.

En la fotografía las veréis servidas con un arroz basmati semiintegral rehogado y cocido con ajo y bulbos de hinojo, al que añadí cúrcuma ya en el plato, para que no perdiera sus propiedades al cocer. Sin embargo, estas tortitas también están muy ricas en frío, por lo que son una buena opción para picnics y excursiones.

Evidentemente, estas tortitas tienen un magnífico aporte de fibra, además de las proteínas que aportan las harinas utilizadas (si son integrales, claro).

La harina de lentejas, la de quinoa y la de arroz pueden hacerse muy fácilmente en casa con un robot potente (tipo Termomix, 1 minuto a velocidad 10), o con un molinillo de café o de cereales.

Como se trata de una mezcla sin gluten, es mejor que integremos ya sea la harina de lentejas o la de sarraceno, que son las que más untuosidad dan a las preparaciones. Por ejemplo, la combinación de arroz y quinoa quedará menos esponjosa, aunque el psyllium que hemos añadido hace la función de aglutinante y también proporciona textura a la masa.

Por supuesto, quien quiera puede simplemente hacerse una tortilla con un huevo o dos y la pulpa restante del zumo, pero ya no sería una receta de carambola: en concreto, dejaría de ser vegana y no sería apta para las personas que tienen problemas con la albúmina o con la histamina de la clara del huevo.

Esta receta es

Original/gourmet   ✅Mediterránea Vegana

Sin gluten   Sin lácteos   Sin huevo

Completa Antihistamínica   Antimigraña   Depurativa Digestiva   Antioxidante

¡A disfrutar del verano!


Créditos

La información sobre las propiedades y usos medicinales de los ingredientes proviene de Les jus qui guérissent. Petit Guide, Vichy (Francia), ed. AEDIS, 2011.

Fotografías y recetas de Lola Illamel (CC-BY-NC).