Atender en caja es otra de las muchas funciones que puedes realizar en tu voluntariado. Dar los buenos días, cobrar a quienes vengan a hacer la compra, desear un buen día…
Realizar tu tarea de voluntariado en caja se parece un poco a llevar el timón del barco. Desde allí puedes ver cómo las personas hacen su compra, pesan los productos, los meten en su cesta o carro. Si estás en caja nadie entrará y saldrá de la cooperativa sin hablar contigo (a no ser que no hable), pues tu función principal será realizar los cobros a la gente que pase ese día por la cooperativa.
Mientras, eso sí, no estarás de brazos cruzados porque siempre hay cosas que hacer en Biolíbere: pasar albaranes, archivar facturas… Incluso salir de caja para limpiar o empaquetar productos a granel. Todo ello, claro, observando por el rabillo del ojo si hay alguien que termina su compra y se acerca a la caja.
Para realizar esta tarea solo se necesita una actitud proactiva, dispuesta a resolver dudas o problemas que puedan surgir. Pero sobre todo hace falta atraverse a intentarlo y luego, siempre, dar los buenos días.